La mejor versión de mi misma

Compararnos con los demás nunca traerá felicidad a nuestras vidas, al contrario, lo único que logrará que sintamos es frustración y falta de gratitud con nuestras vidas. El comprarnos con los demás aumenta nuestras inseguridades, fomenta una baja autoestima y desencadena el que sintamos sentimientos negativos como la envidia o los celos. Compararnos con los demás es una batalla perdida y de entrada sabemos que no ganaremos nada bueno al hacerlo.

Todos en algún momento de nuestra vida tenemos momentos difíciles en donde sentimos que no nos esta yendo bien. Es en esos momentos donde más susceptibles estamos e inconscientemente comenzamos a abrir la puerta para compararnos con los demás. Inconscientemente empezamos a observar la vida de las demás personas y concluimos que sus vidas son mejores que las nuestras o que a ellos les va mejor laboralmente, en su relación de pareja, económicamente, etc. El empezar a tomar la actitud de comparación con los demás es peligroso, pues puede hacerse un hábito y, como lo mencione anteriormente, puede influenciar negativamente nuestra autoestima.

La única manera con la que debemos voltear a ver la vida de los demás es para inspirarnos y motivarnos con lo que nos proyectan, o bien, para sentir compasión y/o gratitud. Nunca debemos voltear a esas vidas ajenas con el afán de compararnos ni hacernos sentir menos, pero tampoco con la intención de engrandecer nuestra vida ante los demás, alimentando así a nuestro ego.

La única manera de estar contentos con nosotros mismos es tratando de ser mejor de lo que fuimos en el pasado. El único punto de comparación que debe existir en nuestra vida es la persona que fuimos ayer. Tú compites contigo mismo y con nadie más. Los limites los creas TÚ, las metas las creas TÚ, las barreras las construyes TÚ. Considera qué aspectos de tu vida tienes que mejorar, que características personales tienes que desarrollar, toma en cuenta hasta donde has llegado y como lo has logrado ¿estas satisfecho con tu vida? Si la respuesta es NO, entonces pregunto: ¿qué es lo que estas haciendo ahora para lograr estar en donde quieres estar mañana? Si la respuesta es SI: ¿qué actitudes tienes que seguir teniendo para continuar estando satisfecho con tu vida?

Reconócete lo bueno, celébratelo. Acepta lo malo, corrígelo. Piensa qué quieres ser, visualízalo, haz un plan y corre a la meta, eso si, no olvides disfrutar el trayecto por que ese trayecto se llama Vida y es lo único que tenemos Hoy… Sé la mejor versión de ti mismo, sé feliz y crea ese SER que sólo TÚ puedes llegar a ser. Empieza HOY, suele ser más tarde de lo que creemos y nuestro tiempo en ésta tierra está limitado.

 

 

Autora: Adriana Puente

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